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Las válvulas termostáticas se instalan cerca de los radiadores para controlar el flujo de agua caliente. El funcionamiento de esta válvula es muy sencillo y todo depende del nivel que se establece. Gracias a los sensores el flujo agua hacia el radiador aumenta o disminuye, este mecanismo regula la temperatura de la casa evitando desperdicios y dispersiones de calor. En la manilla de la válvula termostática para radiadores hay 5 funciones que corresponden a los diferentes grados de temperatura, desde la más alta a la más baja. Estas válvulas son automáticas por tanto no es posible ponerlas cerca de los viejos radiadores que en cambio necesitan válvulas manuales.